
Hace diez años, una semilla de luz fue sembrada en el corazón de Paipa…Era un sueño humilde, pero encendido por el fuego de la esperanza, un susurro del alma que pedía moverse, alzarse, volar…Y ese sueño, que nació de los anhelos más puros, se convirtió en movimiento, en arte vivo, en danza.
Así nació la Compañía Internacional de Danza Paipa, en octubre de 2015, como un latido colectivo de fe en la cultura, como un proyecto social, académico y humano que eligió la estética del cuerpo y la belleza del ritmo para transformar vidas desde lo esencial: el corazón.

Durante una década, han caminado entre niños, jóvenes y adultos, tejiendo con ellos una historia de entusiasmo, disciplina y pertenencia, porque no sólo persiguen formar bailarines, sino seres humanos conscientes, capaces de construir sus propios caminos, de levantar su voz con el lenguaje noble del arte, de humanizar la educación desde la familia y la escuela, como quien riega jardines de futuro con manantiales de identidad.
Más de mil almas han cruzado sus aulas, más de mil fuegos han sido encendidos por la llama de la danza. Y en más de 300 escenarios, locales, regionales, nacionales, han compartido la esencia de lo que son: una comunidad en movimiento, una cultura que vibra, un país que se baila.

De sus entrañas han nacido espectáculos memorables, verdaderas ofrendas coreográficas al espíritu del tiempo: Del folclor a la salsa, Dancing Around the World, Gánster: La evolución de la danza, Latino Soy, Colombia Espectacular, Amalgama, Paradigma… y muchos más.
Cada uno de ellos ha tocado miles de corazones, ha sembrado asombro y orgullo, ha levantado aplausos que aún resuenan en la Concha Acústica, en el Coliseo, en el Auditorio Pablo Solano, y en cada rincón donde gracias a ellos, el arte se vuelve ritual.

Y sus pasos han cruzado fronteras. Cinco giras internacionales han llevado el nombre de Paipa, de Boyacá, de Colombia, por tierras lejanas: Perú, Chile, Brasil, México, Italia, España, Portugal… En cada escenario, han sido ovacionados no solo por su técnica, sino por el alma que dejan en cada presentación.
Fueron premiados, sí, pero el verdadero galardón fue ver cómo sus raíces florecían en tierras extranjeras con dignidad y fuerza. Hoy, cuarenta boyacenses danzan profesionalmente fuera del país, y doce de ellos, hijos de esta Compañía, llevan el nombre de Paipa tatuado en sus pies, en cada giro, en cada vuelo, en cada reverencia y en cada suspiro por la tierra amada de sus entrañas.

Porque la Compañía Internacional de Danza Paipa es una familia de cuerpos y sueños entrelazados, una escuela de vida donde la consonancia se convierte en destino, un aliento cultural que no cesa de iluminar caminos posibles y hoy celebran diez años de historia, diez años de convertir pasos en poemas, movimientos en mensajes, y escenarios en altares de lo nuestro.
Gracias por caminar con los nuevos y esperanzadores albores de la cultura nacional, gracias por creer en la danza como semilla de transformación, y…! Gracias, Mil Gracias! a la Compañía Internacional de Danzas Paipa, por bailar este sueño que construye caminos, para las nuevas generaciones.

La dirección de este sueño cultural está a cargo del consagrado coreógrafo y folclorista Braulio Panqueva.