Murió la flor, una de las canciones más emblemáticas de la agrupación Los Ángeles Negros, fue compuesta por el maestro Nano Concha y ha perdurado en la memoria colectiva desde hace más de 55 años.
Este icónico tema, junto con otros éxitos, consolidó a la banda como una de las máximas exponentes de la balada romántica con influencias del rock y el soul latinoamericano.
Su historia se remonta a la ciudad de San Carlos, Chile, donde nació el grupo que revolucionaría la música en el continente. Desde su formación inicial, Los Ángeles Negros experimentaron varios cambios en su alineación, pero su éxito definitivo llegó con la incorporación de Germain de la Fuente como vocalista.
Su inconfundible voz, junto con la decisión de la casa disquera chilena de apostar por la agrupación, fueron factores determinantes para que el grupo alcanzara la fama internacional. Uno de sus mayores éxitos, «Y volveré», resonó en múltiples estaciones de radio a nivel mundial, al igual que: Como quisiera decirte, Esta Noche La Paso Contigo, Amor Por Ti, Tres Palabras, Como Quisiera Decirte , Despacito, Tanto Adiós, Debut De Despedida, Soy Prohibido, Si Las Flores Pudieran Hablar, La Leyenda Del Beso, A Tu Recuerdo, Yo Lo Comprendo, Sabrás Que Te Quiero, Mi Niña, Serenata Sin Luna, Y Háblame, A La Mujer Que Tanto Ame, Historia De Un Amor, Que Seas Feliz, Usted, El Reloj, Júrame, Contigo, Tú Me Acostumbraste, Delirio, La Gloria Eres Tú y Amor Mío, entre tantas otras
La canción, con su melancólica letra y apasionada interpretación, se convirtió en un himno del desamor y la nostalgia porque la magia de Los Ángeles Negros no solo radicaba en sus letras conmovedoras, sino también en su sonido innovador, donde el órgano y las cadencias vocales definían un estilo inconfundible.
El uso de la síncopa fue otra característica distintiva de la banda, con un bajo rítmico que se convirtió en una de sus principales señas de identidad. Esta particularidad musical influyó en numerosos pianistas y músicos en Latinoamérica y el mundo, consolidando su legado dentro de la música popular.
Otro de sus grandes éxitos fue la interpretación de la obra, «Déjame si estoy llorando», que logró una gran aceptación en el público y reafirmó su popularidad en diversos mercados. La sensibilidad y profundidad emocional de sus canciones hicieron que Los Ángeles Negros se convirtieran en un referente de la música romántica que hasta hoy sigue vigente.
A pesar de su éxito, la agrupación enfrentó dificultades a lo largo de los años. En 1974, Germain de la Fuente decidió emprender su carrera como solista, lo que llevó a la desintegración de la banda y como suele suceder con muchas agrupaciones legendarias, surgieron disputas entre los miembros originales por la propiedad del nombre y el legado musical del grupo, generando episodios de controversia y conflictos legales que aún están sin resolver.
En la actualidad, tres de los integrantes originales continúan llevando el nombre de Los Ángeles Negros, manteniendo viva la esencia de la banda y su inconfundible estilo musical. Sin embargo, en México ha surgido una controversia legal, ya que se alega que una banda ha plagiado el nombre de la agrupación y según el maestro Concha, se han iniciado acciones legales para resolver esta disputa y preservar la autenticidad del legado de la banda.
Con un repertorio que supera las 100 canciones, Los Ángeles Negros siguen siendo parte del patrimonio musical latinoamericano por cuanto, desde la década de los 60, su música ha marcado generaciones y sigue vigente en la actualidad, demostrando que el amor y la nostalgia expresados en sus letras no tienen fecha de caducidad.
Germain De La Fuente, Luis Ortiz, Jorge González, Mario Gutiérrez, Nano Concha, Rubén Nouzeilles
Composición de Nano Concha. «Murió la flor».
