Cuenta regresiva

A nueve meses de concluir el periodo de la actual Procuradora, ya se notan movidas políticas para renovar al titular del ente, que ahora, funge como énclave estratégico del statu quo contra el Gobierno del Cambio.

El cargo es proveído por el Senado de una terna presentada por el Presidente, y si se tiene en cuenta que en el proceso de elección de Fiscal por la Corte Suprema de Justicia, el Presidente envió la terna siete meses antes, podría repetirse la anticipación de la terna para Procuraduría, también en éste caso, con el fin de quitarle poder simbólico a la actual titular, Margarita Cabello, una verdadera piedra en el zapato, tanto por lo que hace, y como lo hace.

La función principal de la Procuraduría es vigilar el cumplimiento de la constitución, las leyes, las decisiones judiciales, y los actos administrativos.

La reforma, impulsada por la Procuradora Margarita Cabello, conquistó las funciones jurisdiccionales, esto es, que la Procuraduría ahora es juez y parte, un exabrupto jurídico que tiene enfrentadas a la Corte Constitucional y el Consejo de Estado.

Mientras esté vigente este adefesio, la persona que esté al frente de la institución, debería abstenerse de emitir conceptos a priori, como los Magistrados, a riesgo de ser recusada por conflicto de intereses, y apartada del caso en concreto sobre el cual haya emitido el juicio a priori.

Pero, en este caso, la actual Procuradora «repica y anda en la procesión», al mismo tiempo, sin control, aparente…

El más reciente caso fue ,tomando partido en favor del grupo multinacional Keralty, propietario en Colombia de la EPS Sanitas, recién intervenida por el Gobierno, por razones, que pueden ser controvertibles ante autoridades judiciales o administrativas, entre otros, por la la misma Procuraduría.

Lo que, en derecho, puede hacer la Procuradora, es guardar las formalidades jurídicas, es decir, atenerse a las evidencias probadas, sin anticipar sus opiniones personales, violando el derecho fundamental a la buena fé, que salvaguarda la inocencia de todos, hasta que la justicia demuestre lo contrario.

Bienvenido ése debate de relevo, de una funcionaria politizada, y también con supuestos cargos de corrupción congelados.