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Los niños de Dios no se tocan ni se venden 

Apr 17, 2024

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El interés sexual hacia niños, niñas y adolescentes es inaceptable, y aquellos que buscan comprar y abusar de seres inocentes muestran comportamientos abominables. Considerarse superior y usar el poder sobre un niño para satisfacer deseos atroces constituye una grave violación de sus derechos humanos.

Colombia es un destino atractivo para quienes buscan satisfacer estos deseos. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la explotación sexual es el segundo delito más lucrativo en el país. Esta situación requiere una atención urgente por parte de las autoridades y la sociedad para proteger a los más vulnerables y garantizar que los perpetradores rindan cuentas.


Recientemente vi la película «Sonido de libertad», basada en hechos reales sobre Tim Ballard, un ex agente federal que abandona su trabajo para rescatar niños de las redes de tráfico sexual. La película muestra su lucha por liberar a los menores y llevar a los delincuentes ante la justicia, revelando la gravedad de la crisis de explotación infantil y la valentía para enfrentarla. Luego investigué la situación en nuestro país, incluyendo cifras y estrategias para combatir este problema.


Es preocupante saber que, según la Fiscalía, más de 5,000 procesos por delitos de explotación sexual infantil ingresaron al sistema entre 2021 y 2023. Un informe del Departamento de Estado de EE. UU. señala que Colombia enfrenta vacíos legales, penas insuficientes y falta de medidas de protección, obstaculizando la lucha contra la explotación sexual de menores. El crecimiento de este ecosistema delictivo no ha recibido la atención que merece. La falta de conciencia y acción de los colombianos y los dirigentes políticos, al no considerar que les afecta directamente, impide el avance de estrategias más sólidas y efectivas.

Sé que en muchos casos, quienes venden a los menores son familiares o conocidos de la víctima, lo que dificulta la denuncia y puede revictimizar al niño. Esto también genera una falta de defensa de los derechos del menor. Sin embargo, es crucial abordar el problema desde su origen, es decir, enfrentar a quienes venden, trafican y abusan sexualmente de los niños. Estos tres grupos deben ser perseguidos con todo el peso de la ley. Considero que, si es necesario, se deben tomar medidas más estrictas, incluyendo la pena de muerte para estos delitos, para acabar con la explotación infantil desde la raíz.


Debemos proteger los derechos de nuestros niños, cerrar las brechas socioeconómicas y unirnos como país para combatir las problemáticas que afectan a los inocentes. Sobre todo, debemos escuchar a nuestros niños, brindarles atención y orientación.

La Línea 141 del ICBF es un recurso gratuito disponible para cualquier persona que necesite reportar emergencias, denunciar

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